El Templo destaca por la fachada rasgada por un amplio portal con un arco con cinco arquivoltas profusamente decorado con motivos muy diversificados, típicos del estilo Manuelino, como son las rosetas, las palmetas y las vieiras, de par con los cordones, los medallones, los arabescos, etc.
Sobrepujado por la Piedad (o Nuestra Señora del Llanto) flanqueada por dos escudos reales y cuatro bustos cortejados por otras esculturas renacentistas, el portal presenta otros elementos Manuelinos, como esferas armadas con la Cruz de Cristo y Flor de Liz, que representa una unidad casi orgánica coronada por un óculo enmarcado. La fachada ostenta, sin embargo, componentes con características similares al movimiento Barroco, un ejemplo sería campanario de triple ventana que remata la fachada principal.
La Iglesia está constituida por tres naves de cuatro tramos y la capilla mayor, a la cual se adosa la sacristía, la Iglesia alberga un interior compuesto de obras notables de pintura al óleo sobre madera, así como de escultura y de talla, especialmente en la capilla mayor, cubierta por veintisiete casetones con episodios de la Vida de Cristo y de la Virgen. Esta Iglesia está clasificada como Monumento Nacional.